domingo, julio 30, 2006
Ashcroftplay
Necesito un poco de irrealidad.
El viejo mecanismo de prender el computador y perderme en las sombras del hiperespacio, de Lunes a Domingo, durante 10 horas seguidas, eso es la realidad. Leer posts, bajar música sucia, esperar un abrazo de la pantalla que sonrie y negar el concenso de los idiotas en cualquiera de sus empresas, termina por ser desalentador y nulo. Necesito un poco de irrealidad.
Salgo. Los pisos vacios, las escaleras oscuras y las ventanas con sus reflejos del centro. Tengo frío y deseos de que el mundo se haga pedazos. Necesito una identidad o un trabajo, algo serio que ocupe las horas. Son 7 pisos, llegar a la porteria, esperar el momento adecuado, penetrar la irrealidad, es otro mecanismo voluble, el paso al siguiente nivel.
Las calles, estan llenas de cosas que desean ser poseidas. Miles de seres y cosas que no serán nunca parte de mi vida. Parcelas de infelicidad y de felicidad variada, recuerdos de miles de Domingos acechando bajo el cielo canalla. La repeticion del mecanismo invariable, la tormenta electrica al noreste, Matrix de la abulia y sonidos del Ipod.
Voy hacia el centro. Juego al Shadowplay salvo que no estoy esperando a nadie. En la siguiente cuadra un calvo planea una masacre junto a un punk depresivo. Otro juego simplemente. Narnya a veces pasea por aquí con sus amigas, pero en vez de ella, encuentro al Bocha con su Novia.
El Bocha se queja por su salida de Generación Invisible y Yiyis con su rostro de ramera resentida. -Hermano, es necesario consolidar el periodismo independiente en Colombia. Me dice. - Hay que crear nuevos espacios de debate, para observar la realidad desde distintos ángulos, al contrario de lo que quieren los empresarios de los medios. Menciona algo sobre escribir una novela, toma confianza, se siente en su mundo. Puedo dejarlo hablar cinco horas seguidas sin que se canse, sobre cualquier tema. Sobre ningun tema. Erotismo, violencia, el futuro de los medios en Colombia, el sexo con Yiyis, Seinfield....
Miro el reloj. Le doy alguna disculpa. Visitas a amigos, pronto lo llamare. Bocha me estrecha la mano con fuerza mientras Yiyis se despide con fastidio. Le molesta mirar algo distinto a sus suaves manos. El calvo pasa de vuelta con su amigo, comentan sobre fabricación de bombas y explosivos caseros. La city capsula hace su aparición bajo el tono de azul que divide la tarde en noche, la apatía en miseria. Todo comienza a cerrarse y disolverse. Las prostitutas se enfrian en la oscuridad y los chicos despreciables bailan hip-hop. Alguna vez en el 2070 lo intentaremos.
En el centro de la ciudad encuentro la verdad.
miércoles, julio 12, 2006
Quartier Chacal
- Buenas?, a cómo los minutos a Comcel?
-A 200.
-Bueno, una llamada al 312..
Deja abierta la ventana del messenger mientras me observa con rostro de aburrición y desprecio (ya volvió este idiota a joder...). Como de costumbre masca su chicle, eterno chicle que marca los minutos de espera a su novio. Pelo largo que cae con descortesia por hombros broceados y senos que cubre ante mi mirada lujuriosa.
-Ya esta timbrando....
Veo por la puerta la llegada de su novio, sus ojos son exultantes, sus mordidas mas rapidas. El perro, un Golden Retriever parecido al del Bocha pero menos limpio, demuestra también su excitacion con animados movimientos y ladridos. La llamada termina.
-cuanto es?
-400, se alcanzo a pasar 3 segundos...
Recibe el dinero con repugnancia. Segundos extra que se verá privada de la atencion de su amado, un mastodonte con gel y cadenas de plata, hombros anchos, El dueño del chuzo. Salgo a la calle, a 3 casas de la mía, el arbol resinoso que muestra menos desprecio que la amada de alguien. Hacia el Sur, la 163, la calle por donde el alimentador. El supermercado, una importante cadena comercial donde no roban a nadie, solo son ineficientes.
La vida esa larga fila en el supermercado....
Cuadra abajo, el centro artesanal-comercial. Consigues un album de Kool and the Gang por 6000, sin contar con musica de Beethoven, Handel, Mendelssohn y... Daddy Yanky. El parlante entona "Soy un principe a mi modo, si tengo salud y amor...." La mujer que atiende revela un escote indiscreto. Pasa una negra gorda con su hija pequeña. En el puesto aledaño, un presentador anuncia las grandes ofertas de la temporada. Niños que juegan Halo 2, sobre sillas de plástico. Ventas de baratijas: Osos de peluche, Barbies, elefantes, sin contar con el infaltable Bob Esponja. Allí; una venta de flores de plastico, luego afiches de metalica y ropa interior femenina a precios de saldo.
Pasa el perro del vecino, un animal que por poco muere atropellado por un taxi.
Los atletas salen del gimnasio, gruesos musculos y horribles tatuajes .También una chica dedicada al fitness, con una faja reductora que cubre sus pecados.
Salen las colegialas, chicas lindas y maquilladas, aspirantes a una portada de Soho, o al reinado del barrio. Los chicos con gel observan de lejos y avanzan amenazantes. Vuelta a la izquierda, el paso de buses y busetas, el transito escaso del medio día, los choferes con sus sexy acompañantes e hijos pequeños, podría pensarse en una tarde dominical.
Luego la peluqueria "Marcel-France" que requiere la ayuda de una estilista profesional. Buen sitio para hacerte un manicure y un lavado con acondicionador. Los chicos se extasiaran con el brillo de tu pelo.
Una mujer que viene del gimnasio, hace una breve detención en este centro de la estética moderna. Sigo hacia la compraventa. Mini componentes y cámaras digitales a un tercio de su precio original. El tipo que atiende, un paisa con bigote, salude sonriente a todos los que se asoman a mirar; "hay que ganarse la papa".
En la esquina la cafetería-panadería, mas gente, mas aburricion y desprecio en sus esquivas miradas. Allí en la montaña, puedes ver el barrio de invasión, sitio que alguna vez intentaron colonizar los desplazados del Magdalena, o de alguna otra parte, quién lo puede saber?
En esa dirección y muchas calles arriba, se puede ver el alimentador verde, pasando por la séptima, y escuelas y policias y uno que otro mendigo buscando algo entre la basura. Volteo una cuadra más; la lavanderia y su dueño con la nariz destrozada por la lepra. "No eres el unico freak en la ciudad", dice el hippie-punk que vende afiches de Nirvana en la acera. Una cantina, abierta ya a esa hora, borrachos que mean sobre el pequeño agujero del fondo, paredes oxidadas, que reflejan el agua que fluye. También una cevicheria y una miscelanea donde cuelga el ultimo periódico de los alrededores; En su portada leo que el ajuste de cuentas de la mafia italiana contra Zidane 3 cuadras adelante, por fin el Banco.
Una pequeña fila y una cajera estresada. Filas, sellos, efectivo, sellos. Ningún asaltante de bancos a la vista.
Al regresar, veo ante mí la linea del ferrocarril, el tren con su eterno descontento, esas maravillas de la era industrial que tanto amo Johnny Cash. Se dice que en otra epoca los escuadrones de la muerte, abatieron a unos muchachos allí. Gomelos drogados, o jibaros deshonestos? quien lo puede saber?
El almuerzo se enfría...