Me gusta tomar el bus en la 30 con 26 luego de salir de Ambar violeta, me paso un rato por Arkaham o por el Svidrigailoff Bar, que trae tantos recuerdos bajo los cirrostratos policromaticos del atardecer. Estoy en esta puta ciudad donde la gente acostumbra a conectarse a sus aparaticos de moda. Todos solitarios, Todos niños bien, Todos con sus boinitas y bufanditas a cuadros, como antihéroes de una novelita rosa, mal cosida. La gomelita a mi lado me mira con fobia mientras habla por celular con una amiga" Ayer mi mamá casí me mata cuando se entero que había votado las llaves de la casa. YO TE MATARIA GRATIS, pienso. Me aburre el mundo, opto también por conectarme.
Me gusta sentarme en mi loft a escuchar la música disipativa y tenebrosa de Lou reed, mientras espero la llamada de Narnya. A veces pongo a sonar algo de Tamtum Ergo/ Chaos inspection o de Anhalt Bass connection: music is love. Me as an artist. Ayer Hagen quedo de prestarme el libro de Mircea Eliade y también me pregunto -no sé si fingidamente- si alguna vez escribiría algo para su blog. Le dije que probablemente esta semana. No estoy seguro si lo haga. Sé que en el fondo Hagen es un egoísta, que solo me considera como un sujeto snob sin gracia. Quisiera cambiar mi identidad. Quisiera ser como Bowie, una princesa de multiples identidades, todas glamurosas. Sin embargo, oscurece lentamente. Los cirroestratos se desvanecen entre el smog capitalino, como en una orgía. Afuera una empleada de "multiservs" brilla el piso. Los chicos del monopatín destruiran su obra maestra en menos de media hora.
Finalmente llama Narnya, (Erbitureng Zeistund !) su voz es infinitamente calmada, liberada de todo infierno y prejuicio. Llegará a las 8.
Jean Claudio mi amigo músico, me prestó Seize de Northumberland Suckers, un colectivo formado a principios de los noventa por Djs londinenses, que a la espera de una nueva Vanguardia , terminarían consumidos en la barata estética arty del brit-pop. Ya de noche Ergroba del Boyer, Un grupo progressive metal conceptual, es una especie (si pudiera existir algo así) de mezcla entre Tool con Dream Theater y aderezos satíricos de Opeph, pienso que justo en ese momento, esta singular mezcla de estilos ocultos, transforman la prepotencia de mis sentidos.
(Esos malditos "retazos" mentales, que todo lo llenan de cinismo y estrechez! Me remuerden la conciencia y me dejan un sabor insípido en el alma)
Estaba aturdido cuando llego Narnya a las 8 y cuarto. Hablamos del amor -demasiado dolor para intentarlo- y de muchas otras cosas. Me cuenta - por ejemplo- de su vida en Paris, de la necesidad de recobrar un campo espacio-temporal para sus vivencias remotas. De la ausencia de un paradigma que pudiera servir como contrapeso a la mediocridad. Sus manos parecen seguir una danza.
Ahh de esos espejismos salvajes! Narnya me dice : Ce que c'est que le Moi, je n'en sais rien. La conscience? une répulsion épouvantable de l'Innommé, du mal tramé, car le JE vient quand le coeur l'a noué enfin, élu, tiré hors de ceci et de cela, contre ceci et pour cela, à travers l'éternelle supputation de l'horrible, dont tous les non-moi (1). Oh querida, querida Narnya en verdad alguien ya lo ha dicho antes con mejores palabras. Les gens sont bêtes. La littérature vidée. Il n'y a plus rien ni personne, l'âme est insane, il n'y a plus d'amour, plus même de haine, tous les corps sont repus, les consciences resignes… pero Narnya- le replico- si nuestras conciencias son meras divagaciones fashionistas….
-vous etes tres fashioniste Narnya.. Narnnnnya. Fasshioniste, fasshioniste, fasciste.
Narnya se va sin despedirse, dándome la espalda. Siempre me ha gustado su actitud de bad Ass. mientras suena la horrible y gomela voz de Ficti Paez. En esta puta ciudad...
Termina la jornada, la noche es incierta y despejada, el furor se agota con un debil estertor . Antes de dormirme pienso con calma: Soy lo inconexo entre lo semihumano y lo paradojico , un ex jugador de Vampire L'masquerade reconvertido en un stalker de tiempos preteritos y minimalistas. Mañana me acusarán por haberme mostrado tan obvio, tan presuntuoso, tan irracional. El fascista- neo punk de mi vecino pone a sonar Miranda! , mientras espera a su noviecita. Cierro las cortinas, enmudezco, me disipo entre la nada de la incomunicación y la televisión colombiana. Pronto llegara el tiempo de resucitar.
1- Pourcher T. "Phantomes". Ed. Gallimard. 1987.
Ashcroft